Está situada a un kilómetro del pueblo, en el cementerio. Data del siglo xiv y fue reconstruida a finales del xviii.
Inicialmente estuvo dedicada al culto de San Sebastián.
En el año 1788, al cerrarse y derrumbarse las ermitas del Humilladero y Santa Bárbara, es reparada con la ayuda y materiales de las anteriores.
A los siete años (septiembre de 1795) es profanada (entendemos robada) por los enemigos de la FE, cerrándose al culto y trasladando las imágenes y pertenencias a la Iglesia Parroquial.
En marzo de 1806, pasa a depender de la cofradía de la Vera Cruz o Santa Cruz, reedificándola con la ayuda de un préstamo y venta de ganado.
La actual ermita después de sus reformas, es un edificio de sillería de estilo neoclásico, de una sola nave, con una capilla separada por un arco de medio punto, cubierta por cúpula y exteriores a cuatro aguas, donde se halla una vitrina con la imagen del Santísimo Cristo de las Mercedes. La nave, toda encalada, lleva otro arco de medio punto y está cubierta a dos aguas. La sacristía se abre de la capilla al lado de la epístola. El suelo es de losas sepulcrales, apareciendo lápidas fechadas en 1872, 1894 y 1902. Dichas losas son de granito, de forma cuadrada, y están separadas unas de otras por rectángulos también de granito.
A su entrada tenía un pórtico de columnas circulares, que se quitó al ampliar el cementerio en el año 1926. Estas columnas y sus peanas se usaron en la reparación de las cruces del Vía-Crucis, situado en el camino de la ermita.
Esta ermita acoge al Santísimo Cristo de las Mercedes. Es una imagen de autor desconocido y de estilo barroco provincial y talla de madera policromada, representa a Jesucristo de tres clavos, con brazos ligeramente caídos, y una gran cicatriz que refleja la herida hecha por la lanza de Longinos y un paño de pureza largo abierto en la cadera derecha y sujeto con una cuerda en ese mismo lado.
En la Ermita hay también, una talla de la Piedad que fue donada por un hijo del pueblo.
Texto: José Herrero Pérez
