El primer fin de semana de octubre, normalmente el sábado, se rinde honor a la Virgen del Rosario con la fiesta de Las Madrinas. Cada año un barrio del pueblo se encarga de organizar el evento gracias a las madrinas correspondientes.
Esta celebración se realiza por la tarde. Tras los actos religiosos, compuestos por el rezo del rosario y la procesión de la virgen hasta la plaza del pueblo, se realiza un pasacalles a ritmo de gaita y tamboril en busca de las madrinas a sus respectivas casas. Las madrinas portan sus roscas de piñonate (elaborada con almendra y azúcar) de camino a la plaza acompañadas por el grupo local del paleo.
Una vez en la plaza, se ofrecen las roscas a la Virgen y se procede a realizar la subasta de las mismas entre los asistentes. Tras la subasta, las mozas locales bailan ‘El Cordón’.
En este baile existen dos modalidades, el de la vara y el trenzado por fuera, que es propio de Saucelle. El trenzado es acompañado por el cántico de la mujeres con ‘La canción de la vara’: «Vamos a vestir la vara / con alegría e ilusión, / que todo el público diga / que salimos en honor».
Los mozos, aunque es el Rosario, también se convierten en protagonistas con la danza del paleo.
Para finalizar todos los asistentes están invitados a un convite con los dulces típicos de la zona.